lunes, 24 de agosto de 2009

Esta es la ley primera

Hace algunos días inauguramos en el programa una nueva sección titulada "Contrapunto". Aquí nos vamos a detener a analizar las diferencias entre carreras futbolísticas de jugadores con algún parentesco familiar: ya sea entre hermanos o padre e hijo. En la primera entrega tuvimos a los hermanos Pablo y Andrés Aimar.
¿Qué más se puede agregar acerca de la meteórica carrera del múltiple campeón con River, Valencia y la Selección argentina juvenil?. Pablo se inició en este deporte de la mano de su padre en su Río Cuarto natal y desde allí empezó a cultivar su gran habilidad con el balón. Debutó en primera división el 11 de agosto de 1996 con la camiseta de River Plate y convirtió su primer gol en febrero del 98 frente a Rosario Central. Tras ganar los torneos Apertura 97 y 99, el Clausura de 1999 en la Argentina y la Recopa Sudamericana 97, haría su desembarco en el fútbol europeo.
Su primer destino en el viejo continente fue en el Valencia dirigido por aquellas épocas por el ex DT de Huracán, Héctor Cúper. En el equipo "Che" ganó la Liga en dos oportunidades (2002 y 2004). Con esa misma formación sumó dos campeonatos internacionales: la Copa UEFA y la Supercopa europea en 2004.
Tiempo más tarde pasaría al Real Zaragoza en una módica suma de 12 millones de euros, uno de los fichajes más caros de la entidad argonesa. Actualmente el cordobés milita en el Benfica portugués dirigido técnicamente por Rui Costa. Allí mismo logró la Copa de la Liga en 2009.
Cabe agregar que participó en numerosas ocasiones con la camiseta albiceleste. Los títulos logrados en el Sudamericano y Mundial Juvenil Sub-20 de 1997 lo catapultaron como una de las promesas del fútbol de aquellos años. Con la selección mayor disputó dos Copas del Mundo: Corea-Japón en 2002 y el de Alemania cuatro años más tarde. Además obtuvo un sub-campeonato en la Copa América de Venezuela bajo la dirección técnica de Aflio Basile.
Después de repasar la amplia carrera del "payaso" dediquémonos a echarle un vistazo a la de su hermano, Andrés. Se inició profesionalmente en el club de Núñez y llevó la pesada carga de ser reconocido por el público futbolero como "el hermano de...".
Mientras Pablo conocía Europa, Andrés permanecía en River entrando como suplente en esporádicas ocasiones y hasta convirtió un tanto frente a Racing Club en la última fecha del Apertura 2002. Al año siguiente pasó a préstamo a Estudiantes de La Plata. Algunas crónicas bloggeras lo pintan de pies a cabeza:"Jugó algunos partidos, Bilardo lo ponía a correr por la izquierda...luego volvió a River, a la reserva obviamente."
El "player" llegaría a jugar en un remoto equipo de Bélgica, en la actualidad se destaca (?) en Estudiantes de Río Cuarto. En algún momento, un ser iluminado sostuvo que siempre es bueno volver a los orígenes, este mismo refrán fue tomado al pie de la letra por el bueno de Andrecito.

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